Zidane se movía con la prestancia de un torero. Cada gesto suyo era pura maestría y sofisticación técnica, él orquestaba el juego con fuego interior. Sus pases eran una obra de arte, como pinceladas magistrales https://kiaratagg229792.blogunteer.com/37337170/impacto-mediático-del-cabezazo-de-zidane